Lo nuestro es como encontrar postales viejas.

sábado

Para qué hablas, si sólo conoces el caos. Para qué hablas, si no te escuchas. De tu boca salen solo gemidos o un juego de palabras sin sentido que amargan hasta a los dichosos. Si alguna vez pudieras cerrar todo, desde tus ojos hasta tu mente, y dejar únicamente el corazón para sentir lo que realmente sucede al rededor tuyo... la vida... el sonido del viento moviendo los árboles, la melodía de la marea subiendo en la mar y robando azules del cielo. La risa del niño corriendo entre las flores amarillas, que llegan hasta su cintura regalando caricias con algún bicho oportunista... la ardua luz de un farol iluminando toda tu casa en el árbol, la vida, la inevitable pero hermosa vida. 

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